...

~Quiero tantas cosas...

~No importa cuanto me moleste, te extraño. Tal vez todo sería mejor si yo sólo "aceptara y acatara". Ah, mierda, cómo odio esperar. Y toda esta gente estúpida a mi alrededor, creyéndose la gran cosa, hablando como si hubieran vivido 300 años, hablando como si me conocieran, y no me conocen en lo absoluto. Sólo pretenden, hacen sus castillitos de arena sobre mí, me asignan rasgos de personalidad, se apoderan de ellos, prentenden ser "algo para mí" y que yo sea "algo para ellos". Y hablan con esa madurez prepotente, esa actitud patética de rebeldía, esa cosa de "Karyu, tú para mí eres como un libro abierto"...

~Pero bueno, como si valiera la pena (naturalmente hay imbéciles que razonan en pos de "si te tomas el tiempo de escribirlo, es porque te importa." Sólo diré... imbéciles.)

~No sé qué me pasa, como tan inestable. Me debato entre lo que quiero, lo que puedo, lo que es bueno, entre aceptar a la naturaleza (como si tuviera algo que ver con la naturaleza) o aceptar mi divinidad (suponiendo que fuese efectiva)... y me pierdo, colapso, me frustro solo (o sola, joder), te necesito y ya sabes que no me gusta necesitarte. Me pregunto si tú me necesitas.

~Me veo como un niño chico, otra vez, complicándome sin razón (o se justifica, no? no?), siendo impaciente, pensando con no sé qué parte del cuerpo, pero claro que estoy cansado del encierro de estas putas paredes proveedoras! Trabajar toda la vida para tener una vida decente sin haber conocido la vida.

~Se hace tarde, el sueño me vence, se le suma la presión externa...

~Oyasumi.